jueves, 7 de marzo de 2013

Hold on

En este mundo debe haber muchas personas como yo, quiero suponer que no soy la única especie, de esas que tienen la  tendencia a imaginarse una escena de una película o serie en la vida misma, no hay mucho que decir esa era yo. Siempre tuve la esperanza de los finales felices, de lo divertido, picaresco y feliz que puede ser un  momento " a pesar de".  
Las películas clásicas me marcaron y a quien no? Me llene de gozo con escenas románticas de los dos abrazados en la plaza, jugando, haciéndose cosquillas, subiéndose a upa, con sonrisas por doquier, o la navidad de todos reunidos después de atravesar una serie de problemas, o la frecuente del padre que busca a la hija para recuperar su amor, la de los casamientos de ensueño, y no olvidarse de las dramáticas, con alguien enfermo creando momentos difíciles, pero pudiendo decirse todo, despedirse  y hasta cumplir algún otro deseo de la o él futuro fallecido,  todo armadito y guionado para lograr que nos emocionemos, riamos o enamoremos.  Quien no se lo imagino alguna vez? 
A los 30 años y después de pasar un millón de situaciones me di cuenta que no pasa como en las pelis, me tarde un poquito pero sucede que las películas son solo para soñar, que no sabías que eran solo para eso? Yo pensaba que había algo más.
Y finalmente descubrí que mi casamiento no fue de ensueño, que no me hice upa con el amor de mi vida por las calles, que mi padre se murió sin buscarme, que la última navidad fue caótica, aciaga, desastrosa y que cuando mi mami se murió no cumplió sus últimos deseos, como tampoco pude crear un momento mágico. 
La vida real es tan maravillosa como cruel y los momentos inolvidables existen pero no son perfectos, de hecho la mayor de las veces suceden sin maquillaje y nos pone en situaciones incómodas.  Pero sabes que? no me olvidare nunca de mi casamiento, ni los besos con el amor de mi vida en la cama que me bastan, lo del padre se supera en terapia, tuve muchas navidades apacibles y mi mami me pudo decir te quiero antes de morirse, no no son perfectos pero son míos. y no tiene un final, una situación es la continuación de una nueva, tal vez mejor o peor, pero no se termina, sigue. Aquí sigo. 

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